La CE acaba de publicar un documento en el que recuerda que la RSC sigue siendo una 'prioridad en su agenda'. El Ejecutivo comunitario ha pedido también a las empresas, 'especialmente al sector financiero', que presten más atención a las políticas éticas y responsables.
Aquellos que pensaron que la crisis se iba a llevar por delante el movimiento de la responsabilidad social corporativa deben estar, cuanto menos, desconcertados. A las declaraciones de intención realizadas por muchas de las grandes empresas en el sentido de que seguirán apostando por la RSC, que ya forma parte de su estrategia de gestión, y sobre la que se apoyarán para salir reforzados de la crisis, se han unido más recientemente las declaraciones de la Comisión Europea, que insta a las empresas a que en estos tiempos de crisis presten una mayor atención a la responsabilidad corporativa.El Ejecutivo comunitario dice haber constatado un incremento en las actividades relacionadas con la RSC que llevan a cabo las empresas, pero al tiempo detecta que existe aún algún déficit en el número de informes de sostenibilidad que se editan.Por esa razón Bruselas acaba de publicar un documento en el que reclama a las empresas 'especialmente del sector financiero' que presten más atención a la ética y a las políticas de responsabilidad social empresarial, en general.
La CE recuerda a las organizaciones que mantener las políticas de RSC a largo plazo puede reportar importantes beneficios, tanto económicos -derivados de una mejor gestión y de una mayor implicación de los empleados-, como desde el punto de vista de la mejor imagen y reputación.Las recomendaciones del área de empleo, asuntos sociales e igualdad de oportunidades de la CE, que dirige el comisario Vladimir Spidla, han coincidido en el tiempo con las conclusiones de la última reunión del consejo del GRI (Global Reporting Iniciative), la referencia más importante para elaborar memorias de sostenibilidad.Esta organización ha ido un paso más allá y ha pedido a los Gobiernos que tomen la iniciativa en materia de RSC y que adopten nuevas políticas para pasar de promover la elaboración de memorias de sostenibilidad de forma voluntaria por parte de las empresas a asegurarse de que su publicación sea obligatoria.Los miembros del GRI opinan que el principio de voluntariedad a la hora de que las empresas publiquen su triple memoria (resultados económicos, sociales y medioambientales y de buen gobierno) 'debe ser revisado' y hacen un llamamiento a los gobiernos para que introduzcan los mecanismos legales necesarios para que las empresas publiquen memorias de sostenibilidad y que, en caso de no hacerlo, expliquen por qué no lo han hecho.
También creen que los poderes públicos deberían prestar una especial atención para asegurarse de que los organismos que dependen de ellos, como las empresas públicas, publican obligatoriamente memorias de sostenibilidad.El Global Reporting Iniciative destaca los avances adoptados ya por algunos gobiernos europeos, como el sueco que, a partir del próximo día 31, exigirá que todas las empresas estatales (las que cuenten con más de un 50% de participación) publiquen una memoria de sostenibilidad que tenga en cuenta los criterios G3 del propio GRI.
Además, desde el pasado 16 de diciembre Dinamarca obliga a sus 1.100 grandes empresas, a las cotizadas y a las que tienen propiedad estatal, que informen sobre sus avances en RSC. La ley contiene una cláusula que exige explicar cuándo no se cumple el mandato.El GRI concluye que en el campo de los informes de sostenibilidad 'ha llegado el momento de avanzar más allá del voluntarismo'.El presidente del consejo de este organismo, Mervyn King, asegura que 'en la búsqueda para conseguir la reconstrucción de nuestro sistema económico, las empresas deben ser un paradigma de transparencia sobre sus aspectos económicos, sociales y de buen gobierno'.
Fonte: Cincodias.com, 23 de marzo de 2009
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